Segunda moneda de San Marino 2018

 

San Marino presentó el motivo de su segunda moneda conmemorativa de 2 euros 2018. Está dedicado al famoso escultor, arquitecto y pintor italiano  Berninique nació el 7 de diciembre de 1598 en Nápoles. La imagen muestra la famosa estatua de mármol «busto de Costanza Bonarelli», que se encuentra en el Museo Nacional de Bargello en Florencia. 

Es una de las obras de arte más bellas e importantes del período barroco: la vitalidad de la mujer está grabada en mármol, y su visión misteriosa fascina al espectador. Por casualidad, Bernini tuvo una historia de amor con esta joven romana, que la retrató con los labios entreabiertos y un pronunciado escote, creando un busto inusualmente sensual. 

La moneda se lanzará el día 20 de septiembre.

Gian Lorenzo Bernini (Nápoles, 7 de diciembre de 1598-Roma, 28 de noviembre de 1680) fue un escultor, arquitecto y pintor italiano.​ Trabajó principalmente en Roma y es considerado el más destacado escultor de su generación, creador del estilo escultórico barroco.​

Bernini poseía la habilidad de crear en sus esculturas escenas narrativas muy dramáticas, de captar unos intensos estados psicológicos y también de componer conjuntos escultóricos que transmiten una magnífica grandeza.​ Su habilidad para esculpir el mármol llevó a que fuera considerado un digno sucesor de Miguel Ángel, muy por encima de sus coetáneos y especialmente de sus grandes rivales, Alessandro Algardi y Francesco Borromini. Su talento se extendió más allá de la escultura y fue capaz de sintetizar de manera brillante la escultura con la pintura y la arquitectura en un todo conceptual y visual coherente.​ Hombre profundamente religioso que puso su arte al servicio de la Contrarreforma,​ Bernini empleó la luz como un destacado recurso metafórico que completa sus obras, en ocasiones con puntos de iluminación invisibles que intensifican el foco de la adoración religiosa​ o amplifican el dramatismo de la narrativa escultórica.

Bernini fue también uno de los mejores arquitectos del barroco romano, junto con sus contemporáneos Francesco Borromini y Pietro da Cortona. Al principio de sus carreras, todos trabajaron en el Palacio Barberini, pero después compitieron por los encargos de grandes obras y desarrollaron una feroz rivalidad, particularmente Bernini y Borromini.​ A pesar de la indiscutible calidad de Borromini y Da Cortona, Bernini gozó del favor de los papas Urbano VIII (1623–44) y Alejandro VII (1655–65) y por tanto se aseguró el proyecto más importante de la Roma de su tiempo, la basílica de San Pedro del Vaticano. El diseño de la Plaza de San Pedro que se abre ante la basílica es uno de sus proyectos arquitectónicos más innovadores y alabados.

Durante su extensa carrera, Bernini recibió numerosos encargos de gran relevancia, varios de ellos por parte del papado. A temprana edad llamó la atención del cardenal nepoteScipione Caffarelli Borghese, sobrino del Papa, y en 1621, con sólo 23 años, fue nombrado caballero por el Papa Gregorio XV. Realizó las obras más destacadas durante el pontificado de Urbano VIII y aunque no tuvo tanta preeminencia durante Inocencio X, volvió a gozar del favor de los pontífices Alejandro VII y Clemente IX.

La reputación del legado de Bernini disminuyó durante el Neoclasicismo, que despreciaba el arte barroco. Hubo que esperar hasta el siglo XIX para que, durante la búsqueda de una comprensión del contexto en el que trabajó Bernini, se reconocieran sus logros artísticos y se restaurara su reputación. En opinión del historiador del arte Howard Hibbard, durante el siglo XVII «no hubo escultores o arquitectos comparables a Bernini».​

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